Por Felipe Sepúlveda - @SepulFeli
Se habla de cultura, se habla de arte, se habla de cinematografía, se habla de etnografía, se habla del éxito, se habla de la presencia de nuestro país en el exterior, se habla y se habla y se seguirá hablando… ¿El Abrazo de la Serpiente?
Impecabilidad, sensibilidad al detalle, investigación, acción, memoria, un todo; esto es un llamado a la Yakumama -Madre Agua para las comunidades indígenas del Amazonas– donde Ciro Guerra nuevamente nos adentra en sus viajes (al igual que en Los Viajes del Viento) no solo desde una perspectiva idílica o meramente estética, sino que prefiero personalmente, sentirla como un llamado filosófico más que antropológico.
“El italiano “CONFRONTO” es buscar a las personas porque queremos su punto de vista o “mirar” algo que somos o hacemos “a la luz de” otra forma de ser o hacer” Vecchi
Confrontación constante entre concepciones de mundo, europeo vs amazónico vs estadounidense vs latinoamericano…confrontación que en su pésima interpretación nos ha llevado a la guerra, al odio, al despedazamiento de nuestras raíces, al infortunio de nuestra Yakumama, agua que se corre entre nuestras manos y se queda en la de otros para su venta.
El Abrazo de la Serpiente no solo es una joya cinematográfica, como ya algunos la han catalogado, es una obra de arte que enriquece la mirada de una Colombia que sigue siendo despedazada culturalmente, que sigue negando y ocultando sus raíces, a pesar de la política que surge como pañito de agua tibia para subsanar los intereses en el constructo de una cultura del consumo y el arrasamiento ambiental. La serpiente se viene desplazando, la serpiente se va desapareciendo hasta que se desvanece por completo ya no en el verde de la selva sino el gris del concreto.
En la historia de la cinematografía colombiana, quedará sin duda alguna muchos de los aciertos que El Abrazo de la Serpiente nos trae, tales como el uso de diversas lenguas, demostrando y reforzando la idea sobre la “atención” en la riqueza lingüística de Colombia. El realismo de los paisajes, porque es un retrato a las tierras y recursos hídricos que continuamos perdiendo o en su defecto, vendiendo. Actores reales que habitan y conocen el territorio, porque luego se convertirán en habitantes de un mundo donde se les niega e invisibiliza. Coherencia histórica para sumar al currículo educativo sobre historia y geografía en bachillerato o en su defecto en la universidad con títulos a tres meses. Avances en el desarrollo de las artes cinematográficas del país, con recursos e inversiones paradójicamente extranjeras, entre muchas más.
Así, El Abrazo de la Serpiente nos trae una historia bella, compleja y romántica en cierta medida… La serpiente entonces se desintegra siendo memoria de algunos viajeros. El agua se sigue perdiendo y dejando en manos de dominio privado armado, aquella madre agua se muere al lado de miles de niños en la Guajira, en el Amazonas, en Nariño… con esto damos la bienvenida a la geopolítiqueria criolla, un voto a la Yakumama, un abrazo de serpiente a las ratas.
Palabras Clave: Amazonas, Yakumama, Agua, Etnografía, Vaupés.
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