Por Felipe Sepúlveda Martínez
“Hay algo amenazante en un silencio demasiado grande” Sófocles
En estos tiempos donde hemos visto y vivido cómo nuestra sociedad colombiana se ha dividido en dos… dos “partidos políticos”, dos deportes, dos opiniones, dos clases sociales, dos religiones, dos grupos armados, dos ideologías, dos regiones, dos ídolos, y dos y dos, etc. es importante repensar la unidad, desde la diferencia, desde la humanidad, desde ser comunidad.
Así y con este preámbulo llega desde tierras lejanas pero a la vez cercanas, Wajdi Mouawad, dramaturgo libanés que creció en Canadá por el exilio de sus padres y que hoy día vive en Francia por decisión propia, viene dejando huella en la historia del teatro y del cine gracias a que Incendies, una de sus obras, fue llevada al séptimo arte por Denis Villeneuve, director canadiense. Wajdi, nos deja a la humanidad una tetralogía increíble y desgarradora, poética y trágica que hace recordar las clásicas tragedias griegas. Le sangs des promesses consta de Forêts, Littoral, Incendies y Ciels.
Incendies (Incendios), estuvo nominada al Oscar como mejor película extranjera en el año 2011 y realmente dejó en varios festivales muy buena crítica por su dureza y rareza a la vez. Incendies también estuvo en Colombia gracias al dramaturgo peruano, Miguel Ángel Rivera que con una compañía teatral integrada por actores latinoamericanos estuvo en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y en el Teatro Nacional este año.
Para focalizarnos en Incendies, es importante revisar un poco a Wajdi, ya que su vida y la de su familia, permea totalmente la dureza y crudeza de sus historias. Los padres de Wajdi tuvieron que partir del Líbano con el propósito de escapar de la guerra. Wajdi tuvo acercamiento directo con ella en su niñez – “En 1977, cuando tenía nueve años, el líder izquierdista druso Kamal Youmblatt fue asesinado. Hoy recuerdo haber salido a la calle para bailar sobre un cadáver todavía caliente. No fue hasta los veintitantos años cuando tomé conciencia de lo que aquella celebración significaba. Me pareció una profunda injusticia, de la que encima yo era el verdugo. La voluntad de escribir surge de ese sentimiento” - Entrevista para El País de España (febrero 8 de 2014)
Y efectivamente es lo que uno siente al ver esta obra, lo paradójico e interesante son las conexiones con historias de nuestro país, a pesar de la distancia geográfica no hay distancia alguna en el tiempo. Represión, extremismo, silencio, tortura, esperanza, amor, valentía, violencia y fe cargan profundamente toda la historia y la vida de Nawal Marwan, una mujer que es abusada y vulnerada desde su propio hogar, su característica el SILENCIO, silencio aterrador pero a la vez contradictorio ya que está lleno de “amor”. Insisto, esta historia es una historia que aquí y en cualquier lugar de nuestro país sucede a diario, por eso vale la pena preguntarse ¿somos realmente seres HUMANOS? ¿Existe la HUMANIDAD? ¿La seguiremos extinguiendo, quemándola?… ríos de INCENDIOS. [VER NINFOMANÍA]
Nawal puede ser cualquier mujer, de hecho el azar es parte esencial en esta película, entendiéndolo como destino, imprevisible a nuestros propios deseos, un hilo de Ariadna que jamás se rompe. Nawal y sus dos hijos gemelos, son símbolos de sociedad. Esta madre que al final de sus días cae en un silencio sepulcral y expone a sus hijos inocentes ante una dura y cruda verdad, verdad que ha permitido la vida, la redención, el cumplimiento de una promesa.
No vale la pena entrar en detalles cinematográficos o el desarrollo de la historia, sólo basta con decir que las sociedades se han venido construyendo bajo los fundamentos más violentos y sangrientos, de polarizaciones entre comunidades que siembran la misma tierra, donde los niños no tienen ningún valor y son negados hasta la muerte, donde la venganza orienta las vidas de las personas y donde se nos enseña a odiar al que piensa o tiene creencias contrarias a nosotros… todos son el enemigo. Incendies es una historia de Palestina, pero así mismo de Colombia, del mundo. Un símbolo hermoso de Wajdi, los gemelos. Ellos nacen de un solo cigoto, son dos pero al sumar uno más uno su resultado no es dos, es uno…¡UNA SOLA FUERZA!
Palabras Clave: Sectarismo, Guerra Civil, Violación de Derechos Humanos, Impunidad.