Por Nicolás Jiménez - www.facebook.com/nicobasss
Vuelvo a escribir por varias razones, principalmente porque ahora tengo más tiempo libre, como siempre estoy harto de cuanta pendejada sale, una buena forma de canalizar mi ira es convertirla en cualquier elemento creativo (Las AUC se tomaron muy a pecho la anterior reflexión y vea usted el uso “creativo” que le dieron a la sierra eléctrica), en síntesis, volver a escribir siempre es complicado pero es más complicado no hacer nada y ver cómo marcha todo hacia la quinta paila del infierno, por lo menos para mí.
Y porqué digo que todo marcha mal y que estoy harto de todo? si somos el país más feliz del mundo, la economía se ha reactivado, hay un nuevo proceso de paz, el nuevo Papa es latino y la gente está reciclando, sí, todo eso es cierto, aparentemente eso es algo positivo, como cada noticia que trata de aliviar las graves enfermedades sociales y económicas que sufrimos y alejarnos de la idea anarquista de destruirlo todo porque ya nada tiene solución.
Como el condenado Harlem Shake, un suspiro viral de buen humor para olvidarnos de la cuota de la tarjeta Codensa y la falta de plata para ver a The Cure. En solo dos semanas el movimiento meme ( eso lo saqué de Wikipedia, es idiota la definición y soy un idiota por buscarla en Wikipedia pero bueno, así le pusieron) logro producir más 15.000 videos de gente de todas partes del mundo bailando al ritmo de la pegajosa canción y su estribillo si eso es un estribillo “ con los terroristas” se convirtió en una frase de nuestro idioma más conocida que Shakira, La Camisa negra o Mojado.
No odio el movimiento Meme del Harlem shake, de hecho me pareció divertido al principio y luego -como todo- un poco fastidioso por su repetición excesiva y porque le gusta a gente que a mí me disgusta; el fenómeno refleja la capacidad viral de las comunicaciones modernas y es un vivo ejemplo de la globalización del arte, la música y el verdadero concepto interactivo de la Web y eso hay que celebrarlo, pero de qué nos sirve en realidad el Harlem shake? Para qué putas reunirse con los amigos, coger una cámara, disfrazarse y empezar a bailar al ritmo de “con los terroristas”, o sea, finalmente para que hacer eso? Para entrar en la moda, para encajar, para ser creativos, etc. Esas fueron las respuestas que me encontré por ahí, tan diversas como los Shake’s que hay en la red, en una publicación Hipster local lo calificaron como el movimiento audiovisual de la década y prácticamente auguraron que ese será el nuevo tipo de fenómeno en web!, tan parecida esta descripción a la de Anonymous, no? Lo que mas me sorprendió del contenido de cada video es la creatividad humana, es increíble ver disfraces, locaciones, pasos e ideas cada vez más “ originales” y eso solo demuestra que todos los seres humanos estamos diseñados para el arte, para comunicarnos para cantar para bailar para ser felices; piensen solo un momento en cuántas personas en sus familias cantan o bailan o cuentan chistes o hacen teatro o escriben o tienen una banda o toman fotos, y cuántas de esas personas los han influenciados o les han mostrado algo nuevo o positivo para sus vidas… son millones alrededor del mundo y me atrevería a decir que el 98% de la gente es un artista en potencia! El problema de esto es el uso que le damos a esa capacidad, y el uso que nos hacen darle, existen infinidad de realities de canto y baile los de imitación de un artista famoso como “yo me llamo” hasta los denigrantes y tristes “ bailando por un sueño” donde uno baila con un famoso para pagar las medicinas de la abuelita con cáncer (los gringos y su lindo sistema de salud). [VER La demonización de Chávez]
El afamado “American Idol” que ya va para la décima temporada y todos sus subproductos han inundado nuestras pantallas, y le han dado esperanza a las decenas de personas con algún tipo de talento vendiendo la fama inmediata del show bussiness y la vida de rockstar que se vende desde hace décadas; y ese es el lio, los más talentosos entretienen a los menos talentosos sin un ápice de contenido, se entretiene solo por el fin de entretener, se es famoso solo con el fin de serlo, de hecho ya no es tan necesario ser talentoso para ser famoso, sino veamos al Papa o a Natalia Paris.
Para mí eso es el fenómeno del Harlem shake, una variación más del “yo me llamo”, un montón de acciones “originales” a partir de un preestablecido sin contenido, un montón de gente imitando sin razón alguna al paso desmedido de la competencia, de la falta de enfoque de sus capacidades y de la búsqueda de un destello creativo en sus aburridas vidas. Y aunque no es malo podría ser mejor, podríamos usar esas capacidades y ese talento y ese desborde de imaginación cogiendo una cámara, aprendiendo de fotografía y tomando fotos reales en vez de usar Instagram, podríamos meternos en lecciones de canto en vez de usar Autotune y podríamos hacer música, ir a conciertos y apoyar a las bandas locales en vez de escuchar tanto “ indiepopalternativoelectronicoexperimental “ del que tiran en Radionica; Podríamos arriesgarnos a escribir un artículo de opinión y desarrollar una idea propia en vez de publicar frases de grandes escritores en nuestros muros de Facebook para que la chica que nos gusta nos considere inteligentes y cultos, podríamos empezar a escribir una nueva historia donde el movimiento meme deje de ser meme y vuelva a ser más humano.
Finalizo con una frase de Banksy de su película “exit trough the gift shop”
“Antes le decía a la gente que se animara a hacer algo de arte, ahora ya no suelo hacer eso.”
Difiero con Banksy, la gente necesita más arte en sus vidas y menos Harlem shake’s.