Ya tengo la pinta y el look… y ¿LA MÚSICA?
Ya tengo la pinta y el look… y ¿LA MÚSICA?
Por Pedro Garzón / @garzonproductor / www.studioensamble.com.co
Artistas con uniformes radiantes, brillantes, con toda la teoría del color aplicada en sus vestuarios, cortes de pelo de vanguardia, estrategias de marketing agresivas, innovadoras, publicaciones constantes, alianzas con jóvenes “influencers” con miles de seguidores; pero con música vacía, irrelevante, con un tinte de soberbia, pero carente de un buen songwriting, ensamble y producción musical. Lamentablemente es el común denominador de los auto denominados “nuevos artistas”, que piensan que ser artistas es abrir una red social y lanzar canciones en donde ni siquiera saben cuál es la tonalidad de lo que intentan cantar.
En estos tiempos donde la superficialidad invaden los contenidos en las diferentes plataformas de información, entretenimiento y socialización, hace que el arte y por ende la música no esté ajena a pensamientos que superponen los elementos estéticos sobre la calidad, investigación, ejecución y humanidad a la hora de transmitir su propia música.
Alguna vez en una charla que daba a unos artistas, el líder de una banda me increpó sobre los pocos seguidores que tenía un grupo del cual yo era el manager y productor (7000 en ese momento) pues el grupo que él dirigía tenía más de 50 mil seguidores en Instagram, a lo que le comenté que ese grupo con el cual trabajaba acababa de hacer 2 giras internacionales, que habían dejado unas ganancias superiores a 20 mil dólares e inmediatamente le pregunté cuáles estrategias reales implementaba con sus seguidores cuyo resultado fueron unas ganancias o monetizaciones reales de su música, obviamente la respuesta fue un rotundo silencio.
Aclaro tajantemente que no estoy en contra que un grupo musical tenga unas robustas redes sociales, con contenidos constantes y estrategias innovadoras, es obvio que un grupo vive por su música y para sus fans; esto debería animar a seguir haciendo esfuerzos para que su música siempre esté muy bien elaborada y todo el entorno que adorna su arte sea impecable, interesante, divertido e inteligente.
A veces por ignorancia o por no quererse complicar; pasas por alto que una buena canción, independientemente del género que sea, debe tener implícita y con muy altos estándares los siguientes elementos, y quiero resaltarlos nuevamente:
* Una buena composición
* Un notable performance o ensamble
* Una excelente producción (Preproducción, grabación, mezcla y masterización).
Tener estos conocimientos debe animarte a entender cada uno de los elementos musicales: ritmo, melodía, armonía y el timbre ó textura, y cómo se relacionan entre ellas y con la música que deseas hacer; a investigar más sobre los procesos de una producción, técnicas de composición y armonía, a manejar DAWs, técnicas de captura, edición, también a mejorar el ensamble de tu proyecto, a ser cuidadoso con los detalles. Todo esto es lo que realmente sentará unas bases sólidas que te proyectarán como un verdadero artista.
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En el momento que contemples y domines lo que realmente es inherente a la música que haces, en ese y solo en ese instante, empieza a preocuparte por tu estilo de pelo y de qué color te harás los rayitos, la pinta que te vas a poner o las historias que vas a subir en las redes sociales; seguramente así, serás relevante en una industria realmente voraz.