Los Saicos o el deseo de ser punk
Los Saicos o el deseo de ser punk
Todo principio tiene un tiempo anterior, por eso es difícil hablar del origen de las cosas. Sin duda dentro del fenómeno histórico del rock, el punk marca un antes y después en el desarrollo del género, suponiendo que de Robert Johnson a Pink Floyd, Led Zeppelin o David Bowie se pueda trazar una línea evolutiva.
Por Andrés Gómez Morales – @dresnapolux
El punk fue una expresión que no se inscribió dentro de una línea evolutiva del rock, sino que fue una vuelta a sus raíces. Los Sex Pistols protestaron por la estilización y la complacencia en que cayeron los rebeldes al encajar en un mundo que los consideraba indeseables. Johnny Rotten no le perdonaba a los Rolling Stones que tuvieran avión privado. Los punks dieron una vuelta hacia las fuentes que mantienen al rock en su lugar, contra un mundo que no acepta la diferencia.
Las raíces del rock después del surgimiento de las súper bandas, se convirtieron en punk con la resistencia de los jóvenes nostálgicos del primer brote contracultural de 1960 en Inglaterra y Estados Unidos. El punk está en las raíces del rock y el rock devino punk para recobrar su esencia. Por eso es posible afirmar que el punk estaba antes del rock, pero es arriesgado decir que nació en Perú en 1963 y que sus creadores fueron una banda de garaje llamada Los Saicos.
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El rumor se originó en España en 1999 cuando el sello Electro Harmonix compiló bajó el nombre Wild Teen Punk from Peru, los sencillos que la banda peruana grabó entre 1963 y 1965, generando especulaciones respecto a la nacionalidad de una música cruda y un modo de ser salvaje que hasta ahora se le adjudicaba a los gringos y a los ingleses. La acogida del compilado generó revuelo y sobre todo un reconocimiento de la movida rock peruana en el ámbito internacional, motivando a los integrantes a reunirse para tocar y a salir de gira en 2010, como también la aparición en 2011 de Saicomanía, documental dirigido por Héctor Chávez.
Más que por ser un fenómeno mediático, Los Saicos fueron reconocidos por Iggy Pop o Lux Interior como verdaderos precursores del sonido. Los integrantes, Rolando Carpio, Edwin Flores, Pancho Guevara y César Castrillón, no se tomaron a pecho las etiquetas, incluso cuenta Flores que cuando en 1977 vivió el advenimiento del punk no se sintió identificado. Lo que generó polémica fue que en la provincia limeña de Lince en la intersección de las calles Miguel Iglesias y Julio C Tello, el alcalde de turno instaló una placa con la leyenda “En este lugar nació el movimiento punk en el mundo”.
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La afirmación grabada en el mármol con entusiasmo nacionalista, no deja de ser sugerente aunque de suma ingenuidad. La crítica de vieja data que ha seguido la fragmentada, pero fuerte movida de la música peruana, reconoce en Los Saicos una actitud mucho más contestataria que la de las bandas de la época, aunque también respondieran a la influencia de la llegada del rock al Perú a finales de los años cincuenta de la mano de Bill Halley o Elvis Presley.
Los Saicos, hacían parte de la escena musical junto con grupos como Los Yorks, Los Datsun, Los Atomos, Los Shains, 007; que hacían baladas y temas melódicos en clave de rock. Sin embargo, canciones como “Demolición”, “El entierro de los gatos”, “Salvaje”, “Camisa de fuerza” o “Fugitivo de Alcatraz”, se salían del esquema comercial y permiten hoy relacionarlos con la música de garajera que sería la base del punk, a la manera de Link Wray, Bo Didley, The Trashmen o Hasil Adkins.
Más allá de forzar filiaciones que han llevado a que Los Saicos sean reconocidos por los especialistas como precursores del punk, hay que celebrar que las distintas influencias de los integrantes lograran generar un diálogo entre épocas y continentes, lejos de los rótulos que encasillan una expresión con fines comerciales. Así, Rolando Carpio conoció en sus viajes al extranjero el Surf, el rock de garaje y la psicodelia, mientras que a Caprio le gustaba la música criolla y a Flores la fusión del rock con la música andina y tropical conocida como “Chicha”, logrando un cruce de estilos que le dio una identidad particular al grupo frente a lo que sonaba en su momento.
Escuchemos entonces a Los Saicos como un fenómeno aislado en la historia del punk o como precursores de un linaje que nunca supo de su existencia. No importa si fue primero la gallina que el huevo, lo importante es que se sigan descubriendo tesoros arqueológicos que resuenen con las expresiones musicales del presente y permitan la actitud punk escapar de la pose que encuentra su lugar en las vitrinas. Echemos abajo la estación del tren.
https://youtu.be/x8MVWaNxD_s