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Bukowski, el escritor punk por excelencia!

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Bukowski, el escritor punk por excelencia!

El escritor estadounidense Charles Bukowski (1920 – 1994) no era particularmente cercano al rock ni a ninguna de sus vertientes; es bien conocida su afición por Brahms y muchos otros intérpretes de música clásica. Conocía, sí, la música de The Beatles y de Pink Floyd, y fue invitado de honor a un concierto de U2 en Los Angeles (documental Born Into This). No fueron muchos más sus acercamientos al rock. ¿Por qué se afirma entonces que Bukowski es el escritor punk por antonomasia? Observemos su vida y su obra a la luz de algunos rasgos esenciales de este género.

Por Juan Carlos Isaza – Autor del libroPlop! Fictions y otros despojos’ – @juancisazabot

charles bukowski

Es imposible hablar de punk sin empezar por el famoso lema “hazlo tú mismo”. Johnny Ramone contaba en entrevistas la frustración que le producía ver el nivel de sofisticación al que habían llegado los guitarristas y en general las grandes bandas de los 70s. Eso ya no estaba al alcance de los jóvenes del común. Del legendario Johnny Rotten, por otro lado, a duras penas puede afirmarse que canta. Vendrá tras ellos un largo etcétera de músicos autodidactas cuyas habilidades no son las de un virtuoso, pero les alcanzan para hacer rock, un rock crudo y directo que para ellos es el más puro. Tenemos entonces un rechazo al academicismo, la ostentación, las apariencias y los artistas y obras canónicas; y una defensa de la sencillez, la crudeza, la autenticidad y la honestidad. No tiene nada de especial que Bukowski fuera autodidacta, la mayoría de escritores lo han sido, es decir, el oficio como tal lo han aprendido solos. Buk no fue la excepción: estudió dos años de college en periodismo y se retiró. Esa fue toda la formación académica que recibió. Poco habla de su propia experiencia académica en sus libros, pero su rechazo por este ámbito no deja de ser evidente. “Cuando Camus empezó a hacer discursos en las academias, murió su fuerza de escritor” (Notes of a Dirty Old Man / Escritos de un viejo indecente), dice del célebre autor francés. Si eso dice de Camus, era de esperarse que a los demás profesores les fuera bastante mal en su obra. “Carentes de creatividad”, “tontos” y “afeminados”, son algunos de los sablazos que les propina. Es lógico: son portavoces del establecimiento y del sueño americano que nuestro autor detestaba más que cualquier otra cosa.

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En su rechazo a los cánones literarios y a la ostentación –que en términos literarios podríamos denominar “barroquismo”– encontramos a un Bukowski mucho más claramente punk. Su veneno apunta ni más ni menos que a Shakespeare, considerado el más importante escritor en lengua inglesa: “es ilegible y está sobre-calificado (…) cuanto más tiempo hay algo por ahí, los esnobs empiezan a pegarse a ello” (entrevista con Sean Penn publicada en el libro Drinking With Bukowski). Su repudio por el bardo inglés llegó hasta el punto de utilizarlo en el nombre de una de sus novelas, Shakespeare Never Did This (Shakespeare nunca lo hizo), en la que cuenta su viaje a Europa en 1978, durante el cual su comportamiento no fue precisamente el de un gentilhombre, pues, entre otras cosas, apareció borracho en la televisión francesa. Se acerca, pues, más a un Sid Vicious que al escritor de la reina. De hecho, su gesto con el nombre de la novela recuerda el famosísimo “Odio a Pink Floyd” de la camiseta de Johnny Rotten. El rechazo a los barroquismos antes mencionado es evidente también en la literatura de Bukowski, una literatura simple y directa, al alcance de cualquier persona que sepa leer. Más aún, las situaciones son narradas sin rodeos, tal como el autor las percibió, con una crudeza que ha generado repudio hasta nuestros días, en los que el sexo y la violencia son el pan televisivo de cada día. Los cánones formales también son objeto de su transgresión: conocedor de la gramática y la sintaxis, juega con ellas a su antojo, en favor del sentido y en detrimento de los formalismos.

El punk también es desprecio por el establecimiento y los valores del mundo moderno, actitud que se manifiesta en la furia, la transgresión estética y el intento deliberado de incomodar y polemizar. Estas características están presentes a lo largo de la obra de Bukowski. El desprecio por los valores del mundo moderno encuentra su expresión más lograda en el poema Dinosauria We (algo así como Dinosaurios nosotros), del cual se desprende el verso “born into this” / “nacidos en esto”, que da título al documental antes mencionado. “nacemos así /en esto /en estas guerras de minuciosa demencia (…) / en hospitales tan caros que es más barato morir / en abogados que cobran tanto que es más barato declararse culpable / en un país donde las cárceles están llenas y los manicomios cerrados / en un lugar donde las masas elevan idiotas a héroes ricos”. El poema termina con un Apocalipsis en el que perece toda la humanidad y reina “el más bello silencio que jamás se haya oído”. Estos versos son más elocuentes que cualquier observación ulterior y perfectamente podrían ser la letra de una excelente canción de punk.

Finalmente, tenemos dos rasgos que no son extensivos a todo el punk, pero sí a buena parte de él: nihilismo y anarquismo. Por “nihilismo” entendemos básicamente la falta de significado o propósito en la existencia; por “anarquismo”, total escepticismo frente a la política y a su supuesta búsqueda del bien común. No se trata de que no haya gobierno, sino de que da igual si lo hay o no. Buk se refiere así a las elecciones presidenciales: “es como darte a elegir entre mierda caliente y mierda fría” (Notes of a Dirty Old Man). Por su parte, en el conocidísimo poema Hug the Dark (Abraza la oscuridad) leemos lo siguiente: “la gente que cree en política /es como la gente que cree en dios: / sorben viento con pitillos/ torcidos. /no hay dios/ no hay política/ no hay paz/ no hay amor.// no hay control/ no hay plan.// aléjate de dios/ permanece angustiado/ deslízate”. Difícil no acodarse de canciones como Blank Generation, de Richard Hell and the Voidoids, o frases como “no future”, de los Sex Pistols, icónicas como han sido en la historia del punk.

Así pues, dos o tres célebres fragmentos bastan para apreciar cuánto hay en Bukowski de filosofía de vida punk, aunque él mismo no se haya acercado nunca a este género musical. ¿Se imagina usted lector, en especial si es usted amante del punk, cuánto deleite encontrará en la totalidad de su obra? Sea esta la oportunidad de invitarlo a sumergirse en la fascinante literatura del “viejo indecente”.