Antes de comenzar esta carta, debo reconocer que hasta hoy nunca había tenido ni sentido la necesidad de escuchar la música de Schutmaat Trio (agrupación de Alvin Schutmaat) ¿La razón? Quizás porque trato de ser muy exigente con las propuestas colombianas interpretadas en inglés y siento que si un colombiano va a componer sus letras en dicho idioma, tiene que estar presentando algo verdaderamente novedoso y más importante aún, sorprendente. También debo reconocer que algo me molestó profundamente cuando leí el artículo que intentaré contrarrestar con este escrito y confesar que si bien en principio, no tenía bien claro que era, tras algunas leídas logré configurar el porqué de mi enojo.
Días más tarde lo comprendí y resulta que era muy simple. La culpa de la naturalización del rock anglo hecho en Colombia no está personas como Alvin, quienes tienen muy clara la razón de ser de su forma personal de abordar la música. Sino en medios hipócritas, payoleros y oportunistas que llevaron a muchos a creer que el talento rara vez puede provenir del corazón de nuestro país y que exaltaron descaradamente propuestas que lo único nuevo que tenían para proponer eran sus canciones y las caras de sus integrantes. Lease The Hall Effect, lease V For Volume y por favor, hágase la debida excepción con The Black Cat Bone. Guerreros de un terreno que había sido inhóspito hasta su llegada y grandes precursores del blues dentro del país. Con ellos queda clara mi postura. No se trata de la lengua en la que se canta, sino del nivel de originalidad que haya en la misma de cara a nuestra escena nacional. Recordemos que por allá en los sesenta, los primeros puntazos del rock colombiano, nacieron de la copia. Y qué incluso Estados Unidos e Inglaterra se plagiaron mutuamente en la búsqueda de sus propios sonidos.
No se trata de pretender que todo suene a Monsieur Periné o Bomba Estéreo, sino que en medio de ese plagio que resulta tan natural para construir una escena de rock nacional de cara al futuro, se logren configurar elementos únicos que sean propios de cada propuesta. Cada vez sucede con más frecuencia y los ejemplos actualmente vigentes abundan en demasia: La Pestilencia, 69 Nombres, Milmarías, Szarruk, Vía Rústica, La Killer Band, Pulenta, Grito, Don Tetto, Nepentes, Nadie, La Tumbaga, Mojiganga, Tripulantes, Headcrusher, Tenebrarum, Deeptrip En La Casa, Ciegossordomudos, Zona Cero, Koyi K Utho, Panorama (aunque a mí me parezcan un Zoé criollo, ideal para dormir elefantes), etc., etc. y más etc. Creo también, que no siempre se trata de ser comerciales o de entrar en un mercado ¿Pero en la mayoría de los casos el artista sueña con vivir de su música, o al menos de no invertir de su bolsillo para hacerla, no?
Es por esa razón que los –muchos o pocos- que me conocen saben que siempre soy recalcitrante a la hora de criticar a V For Volume y a The Hall Effect. Y más aún, cuando veo qué el ego astronómico de ambos grupos, llevó a los primeros a presentarse como “la banda más promisoria del rock de Colombia” y a los segundos a creer que por cruzar el charco a grabar con Phil Manzanera se iban a llevar el mundo por delante. Seamos sinceros ¿Nos habríamos enterado de la existencia de T.H.E. sin la mano divina de Julio Correal? Y ojo, que digo esto desde un profundo respeto a la labor de Julio y una profunda gratitud hacia él, por dejarnos aquel legado tan maravilloso y necesario llamado Rock Al Parque (con todas las críticas a bordo que puedan hacérsele al festival incluídas). Tampoco pretendo demeritar aquellas iniciativas en materia de talento. E incluso, en cuanto a María José Camargo y compañía, es sumamente necesario resaltar todo ese espíritu del “hazlo tú mismo” que va ligado a una agrupación que siempre ha grabado sus discos y videos por su propia cuenta y que ha sabido como pocas en nuestro país, construir un público (más allá de lo grande o pequeño que este sea).
Yerro fatal el de Alvin el citar las experiencias de Opeth y Bjork. Yerro que sería apropiado si tanto la exponente del metal sueco y la solista filandesa se limitaran a tocar dentro de su país. Dicho en otras palabras… ¡Hay que romperse un poquito el culo! Si una agrupación colombiana está cantando inglés algo que ya se hizo afuera, más que construyendo una carrera musical, lo que está es huevoneando. Piensen por ejemplo, que luego de viajar a Los Ángeles una de las propuestas citadas en el anterior párrafo lanzó su EP enteramente grabado en español o qué El Sie7e luego de su paso por Alemania nunca volvió a componer si quiera una canción en lenguaje angloparlante. Así como tiene razón Schutmaat recordándonos que el artista debe hacer sus canciones de la manera que más cómodo se sienta, también le recuerdo a él que el público, los periodistas del medio y los curadores de diversos certámenes, están (o estamos) en su libertad de juzgar con la vara que consideren más apropiada.
Escuché a Schutmaat trio y me gustaron las canciones, se nota que tienen calidad y fuerza. Pero también sentí como si hubiese encontrado un eslabón perdido entre el In Rainbows de Radiohead y ese hipsterismo indie de la actualidad (tampoco quiero decir que hipster, e indie sean sinónimos. El problema es que lo encontré dicho eslabón algunos años tarde y no precisamente por esa reticencia de la que les hablaba en el primer párrafo). Me disculpo por hacer esta clasificación de manera adrede y a las apuradas, pero hay dos razones para que sea de esta manera. 1) Porque no soy gran conocedor de todo ese arsenal de agrupaciones que deban contar entre sus influencias y 2) Porque quería lanzar un juicio de la misma forma apresurada que lo lanzaría una persona del montón. De esas que aman y conocen la música, pero nunca se preocuparon en formarse para criticarla (tampoco tenían porque hacerlo). Uno debe estar preparado para todo tipo de opiniones ¿No? También cuenta para mí, si alguien siente deseos de hacerme trizas por esta nota.
Por: Pablito Wilson *
* Autor de “Alternación 62-12”, mirada subjetiva sobre 50 años de rock colombiano, que tendrán en sus manos en algún momento del presente año 2013.
ARTÍCULO: ¿EN INGLÉS O EN ESPAÑOL? POR Alvin Schutmaat: http://musicmachine.com.co/index.php/musica/item/62-ioe.html