Voy a empezar este articulo hablando de un héroe personal, al cual considero el mejor músico de la historia reciente del rock and roll, aunque en este país no ha recibido el crédito que merece y su trabajo es seguido por pocos, los que lo conocen, o lo escuchan por primera vez, se enganchan enseguida con su talento, hablo del Sr. Mike Patton vocalista de Faith No More (y muchas otras), compositor, letrista, actor y a diferencia de Marcelo Cezan, un verdadero artista polifacético; Patton ha tocado todo, desde funk, rock, punk, metal, jazz, progresivo, hasta trip hop, y recientemente, canciones de época italiana, y sí, canta en varios idiomas.
Patton es el ejemplo vivo de la trascendencia de la música por encima de las escenas, nunca se ha encasillado en un solo género y todas sus bandas han sido exitosas, eclécticas, transformadoras y visionarias, y no se casó con un género porque su talento le obliga a crear, a proponer y a desatarse de las cadenas que en esta industria muchos se ponen por el temor de perder su éxito, sus seguidores o en algunos casos perder la idea de la fórmula que los llevó a la cima.
Y es el pensamiento de ghetto, de escena, de no salir de los estándares el que nos tiene en el estándar y el que evita que esto crezca, los puristas metaleros que gritan con lagrima en el ojo algún éxito de Rata Blanca en el bar de la esquina han llenado blogs, páginas y redes sociales con el lema “ROCK AL PARQUE HA MUERTO”, porque, según ellos, ya no llevan bandas de rock, ya no hay metal y el festival parece ser de tropipop, porque sencillamente no conocen las bandas que van a participar en esta edición del festival o porque en sus palabras, “el festival es para hipsters y gomelos”.
Yo tampoco conocía a Ultrageno cuando los vi en el Festival de 1999 a los 14 años, como no conocía a De2, a Sha-i, a Ingrand ni a los Elefantes, todas bandas que conocí gracias al Festival y que han marcado con su música la memoria colectiva de la industria rockera del país. No conocía a Mutemath, ni a Block Party ni a No te va a Gustar, son bandas increíbles, productivas y de talla mundial; es verdad, el festival no es el mismo y sí ha cambiado un montón pero es porque las épocas cambian, la música cambia y no podemos seguir viviendo en los noventas ni esperando que nos traigan una banda mainstream que toque los clásicos con los que crecimos, eso dejémoselo a Evenpro y alistemos la billetera para el totazo, porque las bandas grandes saben que girar en Latinoamérica requiere pocos esfuerzos, un set lits de hits radiales y el empresario nacional sabe que de un modo u otro llena, ofreciendo el mismo show que estas bandas ofrecían en los noventas. (A excepción de Metallica, eso es otra cosa).
No conocer y juzgar es ser ignorante, y no darse la oportunidad de ver bandas nuevas es intransigente, subjetivo y egoísta, si tanto les importa el rock, hay que apoyar más y criticar menos. Hay que ir a los conciertos, hay que pagar la boleta, no hay que pedir rebaja en boletas de cinco mil pesos y no hay que ver Rock al Parque como el fin para el cual trabajan las bandas nacionales, y eso debe partir también de las agrupaciones, acá pasa algo terrible y es que muchas bandas van al festival y enseguida se acaban, ¿por qué? Responsabilidad de los músicos, la gente en su mayoría no se mueve, hay proyectos increíbles los cuales nunca tocan, se quejan de la rosca, los bares y la falta de espacios pero ni siquiera tienen un videoclip, un pdf con su epk y una que otra camiseta de su banda en algun almacén de tatuajes, si no entendemos que la lógica musical exige más que componer canciones, pagar ensayadero y decir en las fiestas que se tiene una banda de rock para impresionar. [Ver EL BALDE DE CANGREJOS]
De las 320 bandas que se presentaron a Rock al Parque más del 80% no tienen más de 1000 seguidores en Facebook, tocan cada 6 meses, no hay un video decente de su trabajo en Youtube y tocan en el mismo bar del mismo amigo, con un sonido terrible, sin ingeniero y acompañados de sus novias y familiares. Saquémonos de la cabeza la quejadera con IDARTES y con el festival y preocupémonos por hacer y apoyar la música independiente del país, asistamos a los conciertos, démosle ‘like’ a la página de la banda de los amigos y compartamos el contenido, esa es la verdadera unión del rock nacional, dejemos de crecernos porque tenemos banda, la gente siembra el campo, cosa que es más valiosa y no llegan a mirar mal a un evento, acá seguramente nadie le ha ganado a nadie y no es una competencia.
En Chile, por ejemplo, se conformó la escena nacional cuando raperos, rockeros, rastas y demás ghettos acordaron ir a conciertos y llenar recitales apoyando económicamente para que todas las bandas crecieran, ya quisiera ver yo a un ultrametalero de esos de gabardina de cuero y pinta matrix asistiendo a ver a Skampida o Ataque en contra, ese es el verdadero reto y la verdadera manera de demostrar que les importa.
¿Que el festival es para gomelos, para hipsters o para tropipoperos? Sí, tal vez sí, cada vez hay más bandas de indie, de electrocumbia, de fusión, cosa que me parece severa, porque somos latinos, Puya, Molotov, Sinergia o para no ir tan lejos Los Prisioneros han demostrado que en la fusión esta la lógica del rock latino, es tonto copiar estilos y géneros que ya se hicieron, más ska, más reggae, más metal, más rap underground o más hardcore, es llevar leña al monte, de eso hay mucho afuera y seguramente de mayor calidad. Analicemos más bien el contenido y no la forma, personalmente, me preocupan más las letras de las bandas actuales que cada vez son más vacías, más romanticonas, más pendejas y más cristianas que las que el mundo necesita. El rock ya no respeta formulas ni estilos pero creo que sí debería defender la rebeldía, el sentimiento contestatario y ser un reflejo fiel de las necesidades de las masas, mas allá de un canto religioso de algún rasta, el verso adorador de algún popero cristiano o la fantasía medieval de algún metalero de dos metros.
Aunque del tema hay mucho que cortar, el consejo final es hacer música, es apoyarnos y criticar menos, salir del estándar de los géneros y abrir nuevos espacios; para reflexionar, es increíble que uno de los jurados de esta edición haya trabajado con In flames y otras bandas de metal y aun así no haya más bandas del género seleccionadas, seguramente, muchos pensaran que es rosca, y aunque yo también lo pensaba, ahora que la banda en la que toco pasó al festival, puedo dar fe que la rosca es un invento, porque yo de verdad no conozco a nadie en IDARTES, no tengo manager, no pago prensa, no pago payola y no sueno en Radionica.
Aprendamos de Mike Patton y muchos otros grandes, lo importante es la música, la actitud y el mensaje, no el uniforme copiado de escenas que a nivel mundial han aceptado a la diversidad como eje de crecimiento.
Por: Nicolás Jiménez www.lareal.co
Fotografía: Bianca Bauer