Por Julián Felipe Gutiérrez - @jackmulligan
Una de esas amistades que han sido diluidas por el tiempo y las circunstancias tenía la peculiaridad del combo ‘Waiting for the man’; según él, esa canción de The Velvet Underground dura exactamente lo que uno debía demorarse comiendo un Chocorramo acompañado de un tinto. Es el tipo de cosas en las que uno suele pasar hasta que pasa algo que se relaciona con ellas, así sea tangencialmente. En este caso, el algo fue llegar del supermercado en el mediodía del domingo para descubrir que Lou Reed, una de las fuerzas creativas detrás de The Velvet Underground y uno de los nombres más importantes en los últimos 50 años de música, había fallecido. Al momento de escribir estas líneas, no se tenía mucha claridad sobre la causa de muerte salvo el hecho que Reed había pasado por un trasplante de hígado en abril de este año.
Debo decir que mi relación con la música de Lou Reed fue más tangencial y espiritual (Por usar un término) que concreta. Corría el año 2003 y para entonces mi gusto musical había girado completamente hacia el punk y devoraba profusamente todo lo que pudiera encontrar sobre el género tomando como punto de partida la escena punk de Nueva York, lo que inevitablemente, llevó al microcosmos armado alrededor del CBGB y el papel la banda de Reed y John Cale tuvo en el. Al igual que Iggy Pop con sus Stooges, Lou Reed afirmaba que solo fue hasta que conoció a los Ramones y las distintas bandas asociadas al movimiento punk que fueron influenciadas por The Velvet Underground que supo que había vendido algún disco.
[VER HENDRIX: HIJO DEL VUDÚ]
No se requiere un esfuerzo crítico muy grande para darse cuenta que no hay una similitud muy fuerte entre el sonido de The Velvet Underground y bandas como los Ramones o Johnny Thunders And The Heartbreakers. La influencia viene entonces en el hecho que la banda de Reed transmitió el poderoso mensaje que podían hacer la música que quisieran y cantar sobre lo que quisieran. Las guitarras atonales y las canciones sobre sadomasoquismo y heroína que la banda grabó en el medio de los años del ‘feel-good rock’ fueron el revulsivo que necesitaba un género que ya estaba en peligro de estancarse y que resultó en canciones como ‘Blank Generation’ de Richard Hell & The Voidoids o ‘53rd & 3rd’ de los Ramones, basada en las épocas en las que Dee Dee, su bajista, se prostituía a cambio de heroína.
El encuentro entre Reed y Andy Warhol que daría pie al álbum debut de la banda en 1966 es otro punto crucial en la historia de la música. Warhol, al incluirlos dentro de su Exploding Plastic Inevitable convirtió a las presentaciones de The Velvet Underground en algo que iba mas allá del concierto como una banda tocando sus canciones en vivo sin mayores arandelas; La unión The Velvet Underground/Andy Warhol estableció por primera vez a la presentación de una banda en vivo como un evento multimedia, en el que Nico, la modelo alemana sensación a mediados de los 60 se une a la banda no solo como un truco sino como una colaboradora competente de la misma, y llevando la propuesta a espacios tan insospechados como la sociedad de psiquiatría de Nueva York.
Como suele ocurrir con las vanguardias, podría decirse que The Velvet Underground desapareció tan rápido como apareció, pero eso no paró la carrera de Reed que siguió creando influencias tan fuertes como el Metal Music Machine, que mientras es visto por algunos como una broma, es el antecesor directo de la obra de bandas como Godspeed You! Black Emperor e incluso, me atrevería a decir que justifica un experimento como el que realizó Björk grabando un álbum a punta de loops vocales (Medulla).
Si bien resulta desafortunado que el paso del tiempo ha hecho menos reconocida su figura, como lo demostraron los premios MTV de 2009 en los que la audiencia no lo reconoció cuando fue presentado por Davey Havok, vocalista de AFI, que su último trabajo haya sido una desafortunada colaboración con Metallica en la que casi se va a los puños con Lars Ulrich* o que, para trasladar la discusión a un contexto local, un festival que va a cumplir 20 años y se promociona como uno de los más importantes del continente no haya hecho un esfuerzo concreto en los últimos años por traer a Lou Reed (Para hacer replica del comentario de Chucky García en twitter), el valor general de las contribuciones de Reed a la música en los últimos 50 años es innegable. El consumidor de rock promedio probablemente no pase de ‘Perfect Day’, el ya mencionado Metal Music Machine y algunas canciones de su época con The Velvet Underground, pero eso no borrará la huella de Reed, su influencia y su legado.
Este es el momento en el que cerraría el artículo con alguna referencia a Waiting For The Man y la partida de Reed, pero hoy tal referencia escapa a mi ingenio.
* Cabe preguntarse qué pasó por la mente del baterista de Metallica para creer que pasaría a la historia como quien casó una pelea con un músico septuagenario era buena idea.