Por Julián Felipe Gutiérrez - @jackmulligan
Cada comunidad humana tiene su propio folclor. Un acervo cultural de expresiones que le son propias, que han sido modeladas y moduladas a lo largo de cada historia particular. Sin embargo, cuando hay elementos en común en las comunidades y espacios, también hay comunidades en el folclor que producen.
Quizá es por eso que el jazz y el blues, a lo largo de casi cien años de historia han podido diseminarse a lo largo del mundo, dejando los confines de los clubes de Estados Unidos para manifestarse de distintas formas en distintas latitudes.
Un ejemplo claro que demuestra esta idea es la banda bogotana FatSo, quienes en un periodo de tiempo relativamente corto, han podido obtener un reconocimiento considerable a través de un sonido pulido y que logra enganchar a quien se encuentra con él, lo que no es causa para extrañarse; a fin de cuentas, la experiencia y formación de cada uno de sus seis integrantes es considerable; todos con paso por iniciativas como Batuta y sinfónicas locales de los alrededores de Bogotá (Mosquera y Soacha principalmente), reforzando la idea de la ciudad como determinante importante de la naturaleza del sonido de la banda, algo que se puede ver con toda claridad en su sencillo It’s Getting Bad, en el que el espacio urbano influyen tanto a la canción como al video que la acompaña de forma clara y concreta, sin que en ningún momento se sienta como una importación a la fuerza o fuera de lugar.
[VER SUENA COLOMBIA - Abril 2014]
Al oír It’s Getting Bad, es posible notar no solo la calidad y técnica interpretativa de los integrantes del sexteto, sino que también se puede notar el sólido trabajo de producción asociado con la banda, que se justifica teniendo a alguien como Daniel Restrepo en la voz, contrabajo y dirección, con una voz que por momentos, y curiosamente, recuerda al tolimense Julián Mayorga, músico que en los últimos años ha logrado desarrollar su sonido minimalista, llevándolo a tocar con músicos del calibre de Javier Barría a lo largo del continente (http://julianmayorga.bandcamp.com/).
Se nota cómo Restrepo ha tomado las lecciones aprendidas en su paso por Seis Peatones, una banda con una marcada vena bluesera y hard rock en su sonido, y ha logrado incorporarlas en la dirección que le ha dado a la agrupación, con unos pies firmemente asentados en el jazz pero con intenciones de experimentar, algo que también se evidencia en temas como Oye Pelao o I’ll Be Fine.
Pero quizá el aspecto en el que la presencia de Fatso resulta más significativa es en el hecho que la existencia de la banda representa una apuesta clara por un modelo independiente en la creación musical. En este aspecto, vuelve a jugar la experiencia de Restrepo en la gestión del sello Reef Records y la tienda ¡BULLA!, que hacen que Fatso no sea una banda recién llegada a la hora de idear y ejecutar métodos para la difusión de su trabajo alejados de canales tradicionales.
Con un trabajo de músicos experimentados y conocedores de su oficio que saben cómo y cuándo experimentar, y un camino que ya han empezado a recorrer con seguridad, FatSo se convierte en uno de los protagonistas a tener en cuenta en este año 2014, musicalmente hablando.