El guitarrista mexicano Javier Bátiz, maestro de reconocidos artistas como Carlos Santana, en esta entrevista rememora su historia, y les lanza consejos, como dardos, a las nuevas generaciones.
Por Mateo Navia Hoyos - This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Javier Bátiz no es una leyenda ni un mito del rock mexicano, es real y quiere darse a conocer en Suramérica. Durante sus 50 años de trayectoria tocó con grandes de la música como James Brown y Pérez Prado, trabajó con artistas como Roberto Gómez Bolaño y Alejandro Jodorowski, y fue el maestro de músicos como Carlos Santana, Alex Lora o Abraham Laboriel.
En la historia del rock mexicano, Bátiz se encuentra entre sus iniciadores por haber conformado una banda, T’JS, en 1957 cuando tenía 13 años, y en la década de 1960 con Los Rebeldes del Rock. Estuvimos conversando con él sobre su historia, y estas fueron algunas de sus respuestas.
-Nació en Tijuana en 1944, y a los 9 años aprendió a tocar piano, ¿cómo fue el tránsito hacia la guitarra?
No. Lo que pasa es que cuando estaba niño a los 2 ó 3 años, o desde antes, no sé…. (ríe), mi madre, o sea, Santa Claus, siempre me dejaba en las medias y en el arbolito toda clase de juguetes musicales, porque veía que desde niño bailaba y cantaba. Un niño prodigio desde entonces... musical…. Entonces fui agarrando la batería, el saxofón, la guitarra. Hasta que de repente tenía todas las cosas reales. Y entonces toqué, y lo hice muy bien, y empecé a cantar… y desde ese tiempo canté muy bien. No sé cuándo fue el cambio de Jorge Negrete y Pedro Infante a T-Bone Walker, Elmor James, Jimmy Reed y los blusistas.
-O sea que no hubo un tránsito a la guitarra…
Noooo. Hubo un despertar del mariachi hacia el blues, y en la escuela al rock and roll. Porque salí a los 12 años de la escuela, en el 57, y ese mismo año en noviembre o diciembre empecé a trabajar en el cabaret. Y de ahí no he parado…. Tuve un éxito tremendo. Era el niño que tocaba muy bien y todos decían: “¡Mira cómo toca ese niño!” Tocaba… como toco ahora.
-Usted y Three Souls in My Mind, son considerados los iniciadores del rock mexicano…
Sí. Yo llegué de Tijuana a México, Distrito Federal, en 1963. Y lo más negro que tenían allí era un blues de un cantante super blanco. Nunca habían oído el blues; no sabían lo que era. Ellos decían que el blues era “Saint Louis Blues” de Louis Amstrong. No sabían quiénes eran Robert Johnson, Freddie King, Albert King.... En cambio nosotros, los de frontera, sí sabíamos. Porque como la música de los negros estaba prohibida en la radio en Estado Unidos, todas las estaciones de frontera radiaban de allí hacia Estados Unidos la música negra. Por eso a mí me tocó cantar como negro; cantar las canciones de negro.
-¿Qué le dice un fundador a las nuevas generaciones de rockeros que tienden hacia las fusiones?
Las nuevas gentes obviamente no han oído la música de atrás; solo han oído la música con la que nacieron y crecieron. Entonces están influenciados por The Beatles, que a mí, francamente, no me gustan. Un par de canciones tal vez: “Yesterday”, “Hello little girl”. Un par de canciones son bonitas, con mucha inspiración, pero no me gusta porque cuando The Beatles salieron, mataron la música de deveras. Salieron The Beatles y a uno de los ídolos, Little Richard, un cantante que existió hace mucho tiempo, lo mataron, es decir, cantaron sus canciones, y después se quedó sin trabajo, en la pobreza. Mataron a Ray Charles, a James Brown, a Bobby Bland. The Rolling Stones y The Beatles mataron a todos esos grupos. Ahorita es exactamente lo que está pasando. Por ejemplo, Zoé, Bumbury y Molotov son grupos que no vivieron la época de antes, están basados en músicas nuevas, en The Who, en Led Zeppelin, en Pink Floyd; esos son sus ídolos. Pero nunca oyeron la música que hizo que esa música existiera. Yo no puedo hablar mal de los músicos nuevos, y además no debo. Pero no puedo hablar mal de los músicos nuevos porque hay mucho talento. Dentro de la música nueva hay muchos vatos (sic) que pudieran tocar cosas mucho mejores. Que les haya tocado cantar esa mediocridad llena de groserías y estupideces, llena de palabras que no tienen sentido. Porque no más dicen esas cosas, y la gente grita porque es la nueva generación…
[VER ROLLING STONES: SIMPATÍAS E INSATISFACCIONES DE MEDIO SIGLO RODANDO COMO PIEDRAS]
-Insoslayable no preguntar por su relación con Carlos Santana, dado el reconocimiento mundial que él ha alcanzado.
Si ves ahora en los Facebook donde estoy yo, hay unos videos de Carlos Santana conmigo tocando. Los ha puesto él, no yo. El año pasado me mandó la BBC de Londres. Le hicieron una entrevista y dijo: “Javier está allá en Tijuana”. Y llegó la BBC a Tijuana. Y nos hizo una entrevista a mí y a mi esposa. Sigue existiendo relación pero ya no nos juntamos para ir al cine o para ir a comer burritos… Hace 14 años que no veo a Carlos. Porque cuando ganó los Grammy, él se fue a otro nivel de persona. Se juntó con Donald Trump, con gente con millones y millones de dólares, que es lo que tiene él.
-En alguna entrevista manifestó que no está en el ojo del público por no estar en la televisión ni en compañías de discos. ¿Lo lamenta o agradece ser realmente independiente?
Bueno, agradezco ser independiente, pero mi negocio es vender discos e imagen. Entonces si no tengo televisión ni venta de discos, mi negocio anda mal. Nada más vivo de lo que me gano en los conciertos. Cobro por tocar porque tengo que comer. De eso vivo. No vendo carros, no vendo casas. O sea, no hago más que tocar. Es muy importante para mí tener imagen. Me interesa trabajar, vivir bien sin tapujos. No me gusta la opulencia ni soy sibarita tampoco. No me interesa tener los dientes de marfil, ni hacerme cirujía plástica, ni tener 20 carros Lamborghini. ¡Hay tanta gente pobre, y tanta gente que necesita!, que me daría vergüenza tener tanto dinero. Más bien me gustaría encauzarlo para buenas cosas…
Con más de 25 trabajos discográficos, a sus 70 años, Javier Bátiz continúa enérgico cuando habla, y en el escenario se desliza por los diapasones de su guitarra con la maestría que lo ha caracterizado desde niño. Narrando la historia de su vida y sus canciones, se le ve caminar como un legendario rock star, vestido completamente de blanco, con una camisa y una chaqueta en las que se lee su firma, con unas gafas extravagantes y una cabellera electrizada que permiten reconocerlo como lo que es: el líder auténtico de una banda de rock and roll clásico, que no se ha olvidado de recordar y recordarnos cuáles son sus raíces y las nuestras: B. B. King, Elmor James, Jimmy Reed, T-Bone Walker, Robert Johnson, Freddie King, Albert King, Ray Charles, James Brown, Bobby Bland… y la lista continúa…