Se llevó a cabo la vigésima jornada de el Festival Rock al Parque, y este año parece pasó la prueba y yo diría que está entre las mejores ediciones de el mismo, en 20 años mejoraron muchas cosas, su capacidad técnica, cartel, escenarios, logística, camerinos, en fin su estructura y desarrollo han ido acordes a las necesidades de un buen festival internacional, pero de lo que no podemos hablar bien es de su transmisión por Canal Capital y las audiovisuales en los escenarios.
Es increíble lo mala que son esas transmisiones, sobre todo a nivel técnico, la mezcla de sonido de las bandas es bastante floja, carente de punch, fria, sin bajos, con la voz disparada y sin efecto, lineas fallando, y para completar monofónica. Con todo lo que quiero a este festival no recomiendo a nadie una de estas emisiones, porque realmente no muestran ni un poco la esencia de estos artistas en tarima, y son una limosna para el que no pudo asistir, sea porque no se encuentra en la ciudad, o simplemente porque no le gusta el tumulto y la chichonera.
Un festival de este tamaño, con canal distrital aliado y con retransmisiones para otros canales no tiene excusa para no tener una buena mezcla de audio de los shows, sobre todo si vemos el altísimo nivel que se maneja en equipos en el Simón Bolivar, y el gran recurso humano del que dispone la capital para hacerlo, soy ingeniero de sonido y jamás he oído ni una buena mezcla, ni una buena razón que me hayan dado para tal infortunio.
A esto le sumamos la aguada incursión de muchos de sus presentadores (no todos) que parecen sacados de los primeros semestres de una universidad haciendo algo menos que unas pasantías, sin a veces una mínima preparación sobre los artistas a presentar y entrevistar, con poco bagaje en cámaras, y más de una vez haciendo el ridículo con sus salidas en falso que no quiero ni mencionar. Yo entiendo que en directo todo puede pasar, pero para eso hay que minimizar riesgos y llegar fortalecidos con una muy buena pre producción y no creer que es una muestra colegial como muchas veces parece. Los televidentes merecen respeto, y eso es una forma de agredir al espectador, bajándole estatus a todo el trabajo profesional de otros.
En esta ocasión, como no soy un experto en el asunto del video y la imagen, y dado que noto que algo anda mal en esas transmisiones y en el mismo sitio, el trabajo audiovisual que se ve en las pantallas (pequeñas por cierto para el tamaño del evento), me he permitido invitar a alguien que si es un conocedor del tema, quien me ha dado muy gentilmente sus impresiones y apreciaciones mas puntuales, él es Espanktaco, quien se dedica a este hermoso oficio y dice: ROCK AL PARQUE TAMBIÉN SE VE.
* Para la mayoría de generaciones su primer acercamiento a Rock al Parque es a través de la transmisión de Canal Capital que año tras año lleva a los hogares de los futuros rockeros del país las incidencias de lo que sucede en las tres tarimas del Festival... perdón, en la tarima principal ya que las otras dos quedan tristemente relegadas a notas esporádicas. El mundo entero también es participe del festival por medio del streaming y la visión que se llevan no es la más alentadora ya que después de tantos años de transmitir el Festival se siguen cometiendo los mismos errores, a nivel general el sonido siempre ha sido el parche que más se hace visible (audible), la mezcla es pésima y deja mucho que desear.
* A pesar de tener todo un equipo de cámaras y técnicos la dirección de las mismas sigue pareciendo de principiantes al tener unos planos que poco narran y que son demasiado largos, acá no se trata de qué tanto inclinan la cámara para que se vea más loco el plano que estén realizando es una cuestión más de llevar la emoción que vive el público en el festival a los hogares de las personas que no pueden asistir, si el guitarrista hace un punteo hay que mostrarlo pero no quedarse en el primer plano de la guitarra, hay más cámaras con las cuales se puede construir un plano general de la banda regresando con el guitarrista en un paneo del brazo de la guitarra al pic, son cosas tan sencillas que acercan al televidente a la experiencia de estar en tarima con ellos, jugar con el ritmo de las canciones a la hora de ponchar es tan básico que le da dinamismo a la transmisión en general. Tienen grúas, dollys, steadycam y los planos siguen siendo los mismos luego de 20 años de transmisión aunque recuerdo que las primeras ediciones de Rock al Parque corrían a cargo de Señal Colombia y eran mucho mejor.
* ¿La pre producción de la transmisión del Festival está encaminada únicamente al aspecto técnico más que al humano y el contenido del mismo? ¿Conocerá el director, los camarógrafos, el encargado de ponchar en directo y todo el personal las bandas que van a tocar durante tres días? ¿Tendrán reuniones en las cuales luego de analizar la tendencia de cada uno de los días saben cómo van a manejar los planos? ¿Se tomarán la tarea de ver cómo son las transmisiones de los más grandes festivales del mundo y así tener una idea de cómo hacer las cosas un nivel más allá de dónde se encuentran en este momento? [Ver La enfermedad de Rock al Parque]
Esas son las preguntas que me surgen y las cuales me hice durante los tres días de Rock al Parque luego de ver por Canal Capital y asistir a cada una de las tarimas esperando ver en las pantallas lo que pasaba en el escenario, movimientos bruscos de las cámaras que siendo ponchadas no habían ubicado el plano y eso no era de importancia para la persona que estaba en el máster, muchas veces ver la lengua de los asistentes fue más trascendente que la energía que desbordaba la banda de turno y es que hay gente que por cuestiones de estatura o ubicación tienen que conformarse con lo que pueden ver en las pantallas y es allí donde la falencia de la producción se hace más evidente, falta mucho por ver y analizar para que sea un éxito y los que están en sus casas se animen a asistir al Festival al igual que aquellos que están allá y deben ver todo por las pantallas. Espero que para los 21 años de Rock al Parque la pre producción vaya más allá de poner unas cámaras en directo con un sonido pésimo y entren dentro de la élite de los grandes festivales del mundo con excelentes transmisiones.
Ahí les dejamos la inquietud.