Por Sergio Santana Archbold
La Alegre All Stars fue el experimento sonoro más importante que se dio en Nueva York a comienzos de los años sesenta del siglo pasado. Si por un lado, la pachanga estaba en todo su furor, de otro lado, los mismos músicos pachangueros junto a otros con clara influencia jazzística, detrás de un visionario llamado Al Santiago, se reunían para descargar y dar rienda suelta a gusto, experimentación, sonoridad y goce.
Y allí estuvo Cheo Feliciano, en esos años integrante del Sexteto de Joe Cuba y que para entonces ya había realizado grabaciones con su voz pasional y atómica para los sellos Mardi Grass y Seeco. Ese acercamiento de Cheo con las estrellas del firmamento de Alegre pleno de soneos y alegrías, fue breve y poco mencionado.
A mediados de la década del cincuenta, Al Santiago -Alberto Santiago Álvarez (New York, 23 de febrero de 1932 – New York, 9 de diciembre de 1996), tenía su propio almacén de discos llamado Casalegre, ubicado en el 852 de la avenida Westchester en el Bronx, luego se dedicó a realizar discretas producciones musicales con el pretencioso nombre de Alegre Records.
Entre 1956 y 1960, Alegre Records lanzó cuarenta y cuatro grabaciones de 78 rpm. El lanzamiento número cuarenta y cinco fue la primera grabación de 45 rpm de su sello. Estas grabaciones prácticamente fueron un fracaso y ocasionaron pérdidas. El primer éxito comercial de Alegre se dio en 1960 con el LP Pacheco y su Charanga, el primer LP de Alegre y la primera producción de Pacheco y que logró vender 120.000 copias en poco tiempo. Las ventas de este álbum impulsaron a Alegre y animaron a Santiago a complacer sus propios gustos, lejanos de la música comercial de aquellos días. Fue allí donde nació el sueño de Al de tener su propio All Stars al estilo de las grabaciones cubanas de Julio Gutiérrez e Israel Cachao López para Panart realizadas en La Habana en 1957.
Y fue a partir del año 1961, cuando comenzó a grabar las conocidas sesiones de Alegre All Stars. A la primera reunión llegaron los líderes de orquesta del sello: Charlie Palmieri, Francisco Kako Bastar, Johnny Pacheco y Dioris Valladares, con músicos de sus orquestas, otros poderosos en su instrumento y cantantes valiosos. El lugar escogido fue el Club Trinton´s de Harry Becko, ubicado en el Bulevar del Sur en el Bronx. Se realizaron en horas de la madrugada para facilitar la reunión por los compromisos de sus protagonistas. Luego comenzaron los primeros acordes del piano de Palmieri, llegaron las improvisaciones de metales, los soneos, los golpes de las descargas, unos micrófonos abiertos y se grabó la magia de ritmos, voces y humo: nació Alegre All Stars. Después Johnny Pacheco al ver que no tendría protagonismo, no regresó (Al prefirió a Palmieri como líder y director).
En ninguno de los LPs Alegre All Stars, El Manicero y Perdido se escucha o se intuye la voz Cheo Feliciano. En el primero los cantantes fueron Dioris Valladares, Yayo el Indio y Rudy Calzado. En el segundo grabaron Dioris Valladares, Willie Torres, Chivirico Dávila, Elliot Romero y Víctor Velásquez; y en Perdido los cantantes fueron Willie Torres, Chivirico Dávila y Rudy Calzado.
[VER PACO DE LUCIA: HASTA SIEMPRE, MAESTRO]
En Lost and found apareció Cheo cantando Sonó sonó de Heny Álvarez y Tema Alegre. Las otras voces fueron Dioris Valladares, Yayo El Indio, Willie Torres, Víctor Velásquez y Heny Álvarez.
En Way out en los créditos no aparece Cheo, los cantantes fueron Dioris Valladares, Yayo el Indio, Willie Torres, Víctor Velásquez y Chamaco Ramírez. En Se acabó lo que se daba sin créditos a su autor, en el disco original figura un tal Juanchu “Feliciano” Mercerón como cantante y es el mismo Cheo Feliciano. ¿Por qué no se le dio el crédito a Cheo? Seguramente porque Cheo era el cantante del Sexteto de Joe Cuba y grababan para Seeco Records con contrato de exclusividad. Más adelante apareció su nombre, en reediciones o recopilaciones, porque el Sexteto grababa con Tico y estos a su vez eran propietarios del sello Alegre.
En They just don´t makim like us any more y en Te invita Cheo aparece cantando Sonó sonó y Se acabó lo que se daba. En este último Cheo muestra todas sus habilidades de sonero, improvisador, de cantante con mañas sublimes y por esta grabación se le cita y recuerda.
A partir de 1966 y debido a los problemas mentales y económicos de Al Santiago, las grabaciones de Alegre All Stars continuaron bajo su producción con diferentes nombres para evitar problemas de propiedad intelectual al vender el sello Alegre a Tico Records: Cesta All Stars, Salsa All Stars, Kako´s After hours Orchestra y Puertorican All-Stars.
Joe Quijano, propietario de Cesta Records, fue socio de Al Santiago y co-productor de las grabaciones de Alegre All Stars y durante muchos años tuvo en su poder algunas cintas con grabaciones de ellos en el Penthouse del Nola Studios, ubicado en la calle 57 y Broadway. Los cantantes que participaron en esas cintas fueron Cheo Feliciano, Joe Quijano, Yayo El Indio, Jimmy Sabater, Víctor Velásquez, Changuito Montalvo, Willie Torres y Dioris Valladares.
Según Al Santiago los dos álbumes de Cesta All Stars fueron unas grabaciones que Alegre All Stars hizo en 1967, pero que al no tener el suficiente dinero para publicarlos y promocionarlos, dejó abandonado el proyectó y luego le vendió las cintas a Joe Quijano, quien después de algunos montajes -dubbing o doblaje- e incorporar apartes de otras grabaciones del catálogo de Cesta, publicó las grabaciones como Cesta All Stars en dos LPs y se acreditó como productor y a Al como co-productor.
Estas grabaciones permanecieron guardadas durante varios años. En el año de 1978, Joe Quijano le otorgó la licencia de publicación al sello Coco Records, de Harvey Averne, y se publicaron en 2 LPs como Cesta All Stars.
Año 1966. Cheo Feliciano por diferencias con Joe Cuba y por sus desórdenes personales salió del Sexteto, ese mismo año participó en otro de los proyectos experimentales más sobresalientes y en la misma onda de Alegre: la Tico All Stars, al lado de Santos Colón, Chivirico Dávila y Monguito. Al año siguiente participó en el álbum Champagne de Eddie Palmieri y en Hey Sister de Monguito Santamaría. Y Cheo desapareció del ambiente, salió a recuperar su vida y enfilar su talento…
A la siguiente década regresó como solista con el impulso de su amigo Tite Curet Alonso con grabaciones imprescindibles con Vaya -subsidiaria de Fania- y comenzó a figurar de forma permanente en las reuniones de Fania All Stars y quedará recordado para siempre por su nueva versión de El ratón con la guitarra de Jorge Santana.
Con los años, con otras disqueras, con otros sueños, apareció en otros all stars como la Combinación Perfecta de RMM, la empresa discográfica del dominicano Ralph Mercado, en 1993, y Salsa Giants de Sergio George, en 2013, con el que cerró sus presentaciones públicas, pero esa es otra página que falta por escribirse.