Por Diego Leonardo González Rodríguez - @leonard_diego
Pasaron veinte años para ver tocando a Tomás Rueda, Miguel Navas y Amós Piñeros, miembros originales de la agrupación de grunge bogotana, Catedral. Su sonido mejoró con el paso de un tiempo que al parecer para el vocalista de la banda sólo fueron un par de suspiros. Para otros cambió desde la manera de escuchar la música (casettes) hasta los sonidos, generaciones y protagonistas de Rock al Parque.
Un sonido aplastante y enérgico comenzó a sonar en el escenario Bio del Parque Simón Bolívar. “Estamos vivos o no” preguntaba, Amós Piñeros, vocalista de la banda. Las guitarras de Miguel Navas rugían agudas acompañando el sonido de los tambores del nuevo baterista de la agrupación, Pol Moreno. Abrieron la presentación tocando La Hiedra, y le pusieron audífonos al corazón de una generación electrizada hace 20 años por el sonido del grunge.
La segunda canción fue dedicada a los habitantes de la calle. Amós hace que por un instante se recuerde a Calidoso –indigente asesinado cerca de la Universidad Javeriana– y pide que no nos vuelva a pasar la historia del tártaro mendigo, aquel hombre que inspiró el tema El Poeta "Miles de pies descalzos lloraron su destino, fueron los diablos verdes, que le dieron castigo". La reflexión es que no vuelva pasar un acto así y que los diablos verdes nos dejen bailar otros 20 años más. Amós le pidió al público un poco más de ánimo. Insistió una, dos, tres veces. Todo continuó igual, salvó algunas cometas que aparecieron en el cielo. Volvimos a escuchar a Catedral después de su efímero paso a mediados de los noventas. Ahora más que antes tienen un toque a Stone Temple Pilots. La voz expulsada por los parlantes tenía una pizca de la esencia vocal de Scott Weiland. Gritos y silbidos en el tema 'Flotando al viento'. La historia de los sonidos de nuestro rock siguió latiendo al escuchar devuelta a aquellos frenéticos muchachos que después de muchos años regresaron a casa. Ese cuarteto que con imaginación inscribió su historia en los nuevos sonidos colombianos. [VER KRAKEN: 30 años, viviendo para ser eternamente libre]
Amos Piñeros agradece a su amigo y gestor cultural Donny Rubiano, por engrandecer la escena del rock local. Un mensaje al cielo. Un hombre se ha ido, su trabajo no. Y nada ha sido olvidado. El frontman repitió su agradecimiento. Catedral seguía picando el cielo gris al medio día de un lunes festivo de agosto. Hicieron justicia a la memoria de Rubiano, quien seguirá presente a pesar de su ausencia. El violín rebelde de Piñeros se conjugó con el redoblar de los tambores y 'Picando el cielo', tomó otro sentido. "No puedo verte saltar".
Cielo gris. Algo de viento. Un poco de lluvia. Siempre ha sido así desde hace 20 años. Sólo una vez el mal tiempo logró aplazar un Rock al Parque. Amós agradeció a 4 Canales, aquel programa radial que hace más de dos décadas mostraba lo que los rockeros colombianos proponían. Los recuerdos salían a flor de piel de gallina al escuchar la cortinilla de 4 Canales. La adolescencia tiene banda sonora: "Y no estés tan segura que tus letras no me encuentran porque son como un infierno que me está volviendo loco". Esa estrofa se repitió muchas noches de domingo en la Radiodifusora Nacional de Colombia. No importaba, no importó, no importa y no importará. Porque nadie se cansa de escuchar buena música.
Las guitarras rítmicas de Miguel Navas se empoderaban con riffs agresivos en "María y Juana no quieren ir a estudiar" mientras Tomas Rueda igual que hace dos décadas siguió haciendo el engranaje perfecto, invisible, resistiendo desde el bajo el peso de la canción 'Redes Rojas'. Han pasado más de 7.300 días desde la presentación de 1995 que fue debut y despedida. El líder vocal de Catedral aprovechó para promocionar próximos conciertos; hasta entonces volveremos a salir a caminar en la noche a buscar el sonido de Catedral. Tal vez Piñeros se haya sentado a rayar de nuevo el papel, la espera merecerá un nuevo disco o será preferible no romper el mito. Pueda ser que de nuevo haya atinado a escribir algunos coros para identificar a una nueva generación de bogotanos.
"Gracias de corazón, el tiempo se acaba, es una lástima" gritó Piñeros. Con su peculiar voz complementó un contundente y grato "Feliz cumpleaños Rock al Parque". La misma voz en el fondo sonoro prevenía: las sonrisas del amor son peligrosas, del relato cada cual cuenta su parte, el contacto es inevitable. Álvaro González Villamarín anunció en Radiónica la última canción de la presentación de Catedral. Recuerdos rebobinados de un cuarteto que hizo brincar, sudar y extasiar a una generación de almas que desprevenida fue invitada a una fiesta que aún no acaba. Catedral sintonizó nuestro espíritu jovial a través de su grunge. "Después de 18 años nos reunimos a ensayar" dijo, un entusiasta Amós Piñeros. "Gracias, hasta siempre. Esta es la catedral de nuestra fe"... y no sé supo si lo dijo por el festival, el público o la banda. Sin detenerse hicieron una referencia que cualquier bogotano entendería. "Sép–ti–ma hay unos ojos que siempre miro más / sép–ti–ma unos ojos que siempre olvidados están".
Los últimos 30 segundos fueron una explosión de rock y buena energía. Los asistentes rockearon-rockearán porque el verbo hecho música es vida. Movimiento. Sonó el último redoble conduciendo el "síííííííííííí" larguísimo y desgarrado de Amós Piñeros, seguido de un "Gracias y gracias a ustedes". La transmisión hecha por Radiónica los despidió y quienes alguna vez fuimos a escuchar-ver el espectáculo de Rock al Parque recordamos hasta su olor.