Por Julia Díaz Santa - @radioamalia_
Hay personas que sólo se encuentran cuando no se les está buscando. Puedes pasar 30 años encontrándote a alguien de repente al doblar la esquina, caminando por la calle o simplemente coincidiendo siempre en los mismos lugares, pero el día que le pones una cita, por una u otra razón, se hace imposible el encuentro.
Este es uno de esos casos. Si bien nunca pudimos cumplir el llamado para la entrevista que soportaría este texto, es muy probable que después de esta entrega, cuando salga más tarde a la calle caleña, vea llegar a Esteban Copete por algún camino y entonces nos siga una carcajada.
“Hoy no puedo salir a rumbear con ustedes porque sólo tengo 200 mil pesos”, dijo con marcado acento chocoano esa noche del año dos mil, cuando todavía esa suma alcanzaba para comprarse… no sé ¿una moto?. Y entonces la risa brincó de los bolsillos universitarios y trepó hacia los palos de mango.
En ese entonces él tenía la misma figura de guerrero africano o de luchador del pacífico colombiano que luce hoy en día con sus 1,85 mts, lo único diferente es que apenas tenía 15 años. Había llegado a Cali desde Quibdó hacía unos dos años y ya se dedicaba a la música con mucha seriedad.
Creo que está bien llamar madurez temprana a lo que tuvo Esteban cuando escogió para su vida ese amor por su legado familiar, por la música de sus ancestros y por la dignidad de una tradición. Y es que hoy “El nieto de Petronio Álvarez” se ha ganado su propio reconocimiento en la música, a la que le ha dedicado enteramente sus estudios y sus años, que ya suman 29.
[VER Cali: Del Petronio al Mercado y del Mercado al Petronio]
No está de más decir que el pasado 7 de septiembre, él estaba representando a Colombia con su agrupación ‘Esteban Copete y su Kinteto Pacífico’ en uno de los festivales culturales más importantes de Francia: Festival d’îIe de France. Iba con otras agrupaciones nacionales como Rancho Aparte, Frente Cumbiero, Cimarrón, SideStepper y La 33, entre otras.
Y por hablar entonces apenas de lo más reciente, el mes pasado fue encargado de tocar junto a ‘Los Cucos’, un sentido y conmovedor homenaje a su abuelo en el cierre del festival que lleva su nombre, uno de los más grandes de Colombia: Festival Petronio Álvarez. La interpretación que hicieron ese día de 'La Despedida', canción de Petronio que grabó en el más reciente disco del Kinteto, junto a su madre Ana Cristina, fue de lejos la nota más emotiva del Festival.
Valga aclarar que la música que ha hecho Esteban hasta ahora no sólo se ciñe a la tradición sino que investiga y propone nuevas sonoridades. Tal como lo hizo Petronio, quien no le temió tampoco a la fusión en su música y que en las noches pasaba del currulao a la milonga con mucha facilidad. ¿Qué es la música sino mixtura con el otro, con los otros o con uno mismo? Ahora recuerdo su primera agrupación Ancestros, en la que juntó el jazz con la música del litoral.
Y vienen más proyectos: Esteban me alcanzó a contar que estará en una residencia artística en Estados Unidos que durará un mes. Fueron seleccionados 25 músicos de varios países del mundo para intercambiar saberes y grabar un disco al final del programa. Y que también tiene otra gira internacional con el Kinteto, con el que ya ha viajado a festivales y conciertos en Brasil, EEUU, Panamá, Perú, Francia, entro otros.
Dicho esto, espero que quede claro que la seriedad que Copete tiene con su música no compite con su sentido del humor ni con esa sonrisa amplia y espontanea que solo suelta cuando ya ha entrado en el primer plano. A paso lento pero certero avanza y entonces cuando está cerca saca de debajo de la manga el cuento del día.
Que uno se encuentre toda su vida por casualidad con alguien no es garantía de que necesariamente se convierta en tu amigo, pero puede ocurrir que lo sea desde el primer tropiezo. Este también es uno de esos casos. Como dice un proverbio africano del Kongo: “Las huellas de las personas que caminaron juntas nunca se borran”. Y en particular las de Esteban no se pueden perder de vista pues ya ha demostrado que siempre avanzará por la vida a pasos de gigante.