Por Carlos Silva - http://www.c1mastering.com
Cada mezcla de cada canción es un mundo diferente por la cantidad de variables que intervienen en ella (género, formato, instrumentación, canales, músicos, intérpretes, ingenieros, cables, acústica, electro acústica, micrófonos, convertidores ad/da, preamplificación, etc.). Esto por nombrar algunas, y podemos agregar que también se involucra el factor humano de todas las personas implicadas en el proceso de la grabación y mezcla del tema. Incluso el ánimo y el tiempo en que se trabaje es determinante en el resultado final. Si cualquier banda o artista tratara de recrear su primera grabación años después de hacerla, con toda seguridad no lograría EXACTAMENTE el mismo sonido. Por esto es que cada canción o álbum representa un momento en la vida profesional de cualquier artista, músico o banda.
Teniendo en cuenta estos factores es imposible generalizar cómo debe llegar, a nivel sonoro, cualquier mezcla al estudio de Mastering. Lo que si podemos hacer, es pedir unas especificaciones técnicas muy claras y concretas de cómo debe venir el archivo sobre el cual se va a trabajar.
Son tres aspectos fundamentales:
* El archivo debe venir en alta resolución (24 o 32 bits). Esto para poder realizar todo el trabajo de Mastering en alta resolución y luego poder crear los diferentes archivos de menor resolución (16 bits) o comprimidos (MP3, AAC, etc.) garantizando la mejor sonoridad posible.
* El archivo debe venir con espacio entre el pico máximo del programa y el valor máximo del sistema, que en el caso del audio digital es 0 dbfs. Unos 3 o 5 dbs serán suficientes para que el ingeniero de Mastering tenga campo para trabajar.
* Es recomendable que el canal máster de la mezcla no contenga compresores o limitadores cuyo objetivo sea subir el nivel promedio. En la mayoría de casos entre más dinámica esté la mezcla, mucho mejor será para el proceso de masterización.
Por último, cada mezcla debe tratarse independiente y por eso luego de cumplir con los tres aspectos fundamentales se debe proceder a la consultoría de mezcla (Doctor Mix), para que el ingeniero de Mastering diagnostique la mezcla y pueda informar si está lista o no para masterizar. La ventaja de esta consultoría es que se puede saber cuáles son las falencias en la mezcla y ajustarla debidamente para llevarla al proceso de Mastering en su punto máximo.
[Ver Los ‘pequeños grandes’ detalles de la producción musical]