Por Andrés Gómez - @dresnapolux
El nombre de un género musical corresponde a una expresión, no a un concepto. Antes de la etiqueta viene la experiencia, luego la música que puede encajar en un género existente o inventar uno nuevo. Las sensaciones dan origen a los nombres: Jazz, blues, Soul… la otra vía es la fórmula que se repite quitándole el sentido a una palabra. Muchos grupos se autodenominan de una manera para encajar en un mercado y agotarse a sí mismos en un género. Por eso el mercado es tan efímero, por eso agrada que los integrantes de Palenke Blues se extrañen cuando los quieren encajar en el género Ska.
El género en sí admite las fusiones, pero un oyente desprevenido puede escuchar el EP “Rock & Bilis” y creer que se trata de una banda emergente que busca encontrar su voz en un género. Pero detrás de esto hay una historia, más de siete años de toques en vivo, encuentros y desencuentros, videos, grabaciones, que han consolidado un proyecto al final del 2015 con una placa de cuatro canciones que dan cuenta de su experiencia.
Antes de “Rock & Bilis” grabaron “A 10 Rounds”, otras cuatro canciones que sumadas dan una identidad a esta banda, la cual tuvo su primera iluminación el 11 de septiembre de 2007, cuando el presidente de Estados Unidos George Bush visitaba Bogotá. Jairo Piraquive, el cantante, recién egresado de una facultad de filosofía empezaba a rayar un cuaderno con unas líneas que se volverían canción: Yo no recibí a Bush con banderita blanca…Era el principio de muchas otras epifanías registradas en Soundcloud.
Fuera del cambio de la alineación de la banda, el cambio de baterista (drama que se registra en el trabajo de grado de un estudiante de cine de la Universidad Nacional), se nota la constancia, la recurrencia de la batería de Andrés Tibaquirá acentuando los off beats que sostienen la guitarra de Nicolás Rosero —cambiando su marcha enfatizando en el segundo y cuarto pulso— para darle paso al trombón de Iván Montenegro y a las nostálgicas líneas de bajo de Diego Castaño. [LEA TAMBIÉN FESTIVAL UNIROCK 2016]
Este segundo EP evoca el steady rock jamaiquino, los inicios del Ska, sin dejar de lado las fusiones funk latinas que envuelven unas letras llenas de imágenes que envuelven lo local en lo poético: Ojos de guitarra, azules como el dolor, flaquita como una ruana, picante, venus en flor…o Ella vino de Zapatoca, vino y no sé más, la vi entre las sombras de esta sucia capital…gritó cabildo abierto y en la pola se puso a bailar.
Hay más de ocho canciones cuando Palenke Blues toca en vivo, los conciertos se extienden entre temas inéditos haciendo vibrar audiencias con la fuerza de grupos como Che Sudaka o Panteón Rococo, incluso sonarían bien compartiendo tarima con Manu Chau. Las canciones se encuentran en streaming y el disco en los toques que cada vez son más frecuentes.
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