ROCK AL PARQUE: PREGUNTAS INCÓMODAS
ROCK AL PARQUE: PREGUNTAS INCÓMODAS
Formulamos estas ocho preguntas puntuales a JULIAN OSORIO, Consejero Local de Música – Fontibón 2014 – 2023, Bajista de las agrupaciones Defaced y Narcocracia así como director de la organización local Boom-R sobre ROCK AL PARQUE en su edición 2022:
El profesionalismo de una banda no sólo está en lo musical, también está en cómo presenta su propuesta a convocatorias como esta. ¿Cree usted que sería conveniente que Idartes continuara dando charlas o conversatorios para que los músicos aprendieran a hacer y presentar un stage plot, un rider técnico, un EPK, etc.
R: Mas que conveniente, es algo indispensable en lo que respecta al desarrollo y consolidación de las propuestas artísticas musicales dentro de las industrias culturales y creativas, el fortalecimiento de las agrupaciones musicales como futuros entes empresariales es una apuesta a riesgo en la recuperación de la dignidad en la labor del artista, otorgando las bases para lo que sería un ecosistema musical ideal y no 100% dependiente de la institucionalidad.
Al tener estas herramientas claras, la calidad de las propuestas aumentaría considerablemente al reconocerse internamente el valor de las mismas, potenciando sus discursos y permitiendo su sostenibilidad.
¿Cree usted que la convocatoria no fue lo suficientemente clara con los requerimientos de participación?
R: Las convocatorias del Programa Distrital de Estimulos para la Cultura que ofrece la Secretaría Distrital de Recreación y Deporte – junto con sus entidades adscritas –, tienen la particularidad de ser simples al momento de diligenciar sus formatos, los cuales al pasar de las ediciones cada vez se hacen más simples y reducidos.
La complejidad de estas convocatorias usualmente está ligada a dos cosas: en primer lugar, a la accesibilidad que tenga la persona o agrupación a los medios tecnológicos para la creación del material multimedia que se solicita y, en segundo lugar, a el conocimiento en el lenguaje técnico que se requiere para el diligenciamiento de los formularios de inscripción; principalmente este ultimo punto es el que genera mayor ambigüedad, dado que lo que esta claro para la institución muchas veces es inentendible para la persona de a pie que pretende participar, lo cual genera grandes choques y fallas de comunicación entre los funcionarios y los participantes. Las becas de los festivales al parque no escapan de esta situación.
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Leyendo las recomendaciones generales de los jurados del Festival Rock al parque 2022, sugieren que la originalidad debería ser un criterio importante a evaluar ya que muchas de las bandas escuchadas no se arriesgan en nuevas propuestas haciendo que la búsqueda de nuevas estéticas, atmósferas y dinámicas sea mínima. ¿Qué opina al respecto?
R: Los comentarios del jurado que calificó a las agrupaciones fueron muy ambiguos, utilizando frases como “De las agrupaciones que tienen larga trayectoria, muchas no han tenido continuidad en su actividad en los últimos años, y este proceso sería una gran oportunidad para volver a la escena”. y “Algunas de las agrupaciones con larga trayectoria no han logrado estructurar la presentación de sus proyectos de forma óptima.” e incluso llegando hasta el punto de ser enfático con los géneros de música extrema en frases como “…no cuentan con la calidad para presentarse en el Festival Rock al Parque 2022, y no aportan innovación a la escena musical de Bogotá”.
Teniendo en cuenta que históricamente el publico seguidor de esta clase de géneros es el que da mayores números de asistencia al festival, desconociendo tanto los procesos artísticos de estas agrupaciones, el contexto social del que hacen parte como la misma concepción del festival donde el metal, el punk y el hardcore siempre han estado presentes. Se debe profundizar en el fortalecimiento de las propuestas artísticas, no desmeritarlas, sobre todo cuando el ítem que se nombra como “novedoso” requiere un componente de inversión que únicamente podría beneficiar a unos pocos y que no es claro hacia donde se pretende dirigir, ni con cual finalidad.
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Se debe hacer un claro énfasis en que las bandas participantes envíen un video con una calidad de sonido e imagen suficiente para ser evaluados por el jurado. Todos los años, muchas bandas quedan por fuera de la preselección por esta razón. ¿Qué se podría hacer para superar este problema?
R: Como solución a este ítem puedo decir que existen varias salas de ensayo en la ciudad las cuales ofrecen este tipo de servicios a costos accesibles y con calidad bastante aceptable, también existen iniciativas en las localidades como las realizadas por organizaciones en el marco de Es Cultura Local que han ofrecido el material a las agrupaciones, y por último esta la opción mas precaria, que la misma agrupación o solista tome su propio material pero en cuanto a calidad es completamente una ruleta saber si quedará de buena calidad. La convocatoria no acepta videoclips o únicamente material en vivo, hay que reiterar esta información para que no hayan confusiones.
Pre seleccionar a 40 bandas locales y luego escoger a solo 20 para un festival de tres días es una muestra poco significativa de todo lo que pasa en cuanto al rock en una ciudad de 10 millones de habitantes como Bogotá. ¿Cree usted que son muy pocos los cupos para las bandas distritales?
R: Para un festival como rock al parque que pretendía ser una plataforma para el ascenso del talento local a nuevas posibilidades, sí, definitivamente 20 agrupaciones son una cantidad minúscula, teniendo en cuenta que en los últimos años se han concentrado en propuestas que no forman parte del genero rock, en agrupaciones internacionales provenientes de intercambios en ruedas de negocios de américa latina pero que no tienen publico en la ciudad, incluso convocando propuestas de menor calidad que las agrupaciones que no forman parte de la preselección, esto solo puede evidenciar un trabajo muy pobre en cuanto a curaduría se refiere y en la pérdida del rumbo que debería tener el festival: la promoción, circulación, y divulgación de la música rock de Bogotá.
¿Cree usted que se debería premiar a las bandas bogotanas que pasen al festival con –por ejemplo- una grabación profesional y dos videoclips? Por experiencia sé que del dinero que les pagan a las bandas distritales es muy poco después de pagar a músicos de sesión, ingenieros de sonido, roadies, horas de ensayo, grabaciones en estudio, etc.
R: No, la finalidad de la participación en el festival rock al parque debe ser la de promover la circulación musical de los proyectos basados en el género Rock a través del fortalecimiento a la proyección de estos a nivel nacional e internacional con base en sus puestas en escena, para que desde allí puedan transmitir sus mensajes de manera coherente, directa y sobre todo entendible a un público masivo durante una presentación en vivo.
Está claro que en los géneros considerados extremos la implementación de elementos adicionales durante los conciertos es poca o nula – con contadas excepciones – y que es de vital importancia a futuro que se empiecen a considerar formas para mejorar en este aspecto, pero esto se debe hacer como escena – desde el asumir que existe el estancamiento creativo en las presentaciones – y como industria – fortaleciéndose de manera interna entre los artistas y todos los agentes y colaboradores que hacen parte del engranaje -, no desde la institucionalidad y mucho menos desde la dependencia a los recursos públicos únicamente, siendo enfático en que se deben mejorar las condiciones para la presentación digna de la manifestaciones artísticas y musicales del género en la ciudad para que la realización de esta labor sea sostenible.
Hasta donde sabemos, no hay contacto directo ni mucho menos reuniones periódicas de IDARTES y el festival rock al parque con los dueños de las salas de ensayo, estudios de grabación, establecimientos (bares, almacenes musicales), medios independientes, promotores, managers, jefes de prensa, medios masivos de comunicación, instituciones de enseñanza musical, importadores de instrumentos musicales y festivales, entre otros.
Cada uno de ellos debe ser parte fundamental del engranaje musical en la ciudad; de seguro tendrán muy buenas ideas para que esto finalmente fluya, no sólo en el rock, sino en todos los géneros. ¿Considera usted que el festival no está conectado con la realidad de la ‘escena’ en la ciudad?
R: El Consejo Distrital de Música está conformado por:
– Creadores de música académica
– Creadores de música popular
– Creadores de música urbana
– Instituciones de educación formal superior
– Instituciones de educación para el trabajo con programas de música
– Clúster de Música
– Programadores de festivales o escenarios
– Medios de comunicación especializados en música
– Managers, bookers, sellos discográficos y gestores
– Consejos Locales de Música (Invitado)
Todos estos representantes se reúnen con IDARTES y con la Orquesta Filarmónica de Bogotá con el fin de deliberar, concertar, y participar en planes, programas y políticas que se desarrollen en ámbitos públicos y privados, así como en las respectivas líneas estratégicas que de inversión para el desarrollo del sector musical en el distrito.
En un entorno ideal, la comunicación debería ser fluida entre estas estancias y las bases culturales reconociendo las diferentes problemáticas y realidades detalladamente localidad por localidad, pero he evidenciado – desde mi experiencia como consejero local de música en Fontibón – que esto no se cumple; como ejemplo, muchas veces se han solicitado sesiones para únicamente conocer la labor realizada por estos representantes sin llegar a conocer a profundidad sobre que se ha trabajado si no se cuenta con la participación de los representantes locales.
Otra problemática fuerte a partir de esto, es que los consejeros locales electos únicamente tienen conocimiento de la población que los eligió, desconociendo las problemáticas, infraestructuras, realidades, necesidades y agentes del resto de manifestaciones musicales, creando una brecha amplia y sesgada en cuanto a la percepción de las situaciones a mejorar, y peor aún, excluyendo a colectivos, géneros y manifestaciones artísticas por completo. Estas falencias dentro del sistema son las que producen que la institución no esté conectada, ni reconozca las necesidades del Rock, ni de muchos otros géneros musicales en la ciudad, sino que se base en opiniones sesgadas de otras instituciones o “representantes” que de entrada proponen lo que esta bien, lo que esta mal, lo que se debe hacer, con quienes trabajar, y a quienes beneficiar, ignorando por completo la realidad de la música en Bogotá.
Hubo una idea muy buena desde IDARTES hace unos años atrás: hacer una emisora online desde la página oficial del festival rock al parue con sólo bandas de rock bogotano las 24 horas del día… ¿Qué mejor acto de rebeldía contra la radio comercial bogotana (que no sale de los 14 cañonazos rockeros anglo) que tener una emisora online donde sólo suene rock y metal hecho acá?
Los programadores de la radio comercial para jóvenes (con todo y sus imposiciones sonoras) tienen en gran parte la culpa de que no tengamos a nuestros propios ídolos locales en el ámbito del rock y el metal. ¿Qué opinión le merece esta apreciación?
Es una idea que es genial e indispensable para la formación de públicos enfocados en el género Rock dentro de la ciudad, sería una de las plataformas más importantes para la divulgación y circulación que podría convertirse en la vitrina más importante para la visibilización de artistas con diferentes programas enfocados en los estilos musicales y sus novedades, ojalá que existan los medios para hacerlo realidad.